Apóstol Pablo

El apóstol Pablo, que comenzó como uno de los enemigos más celosos del cristianismo, fue escogido por Jesucristo para convertirse en el mensajero más ardiente del Evangelio. Pablo viajó incansablemente por el mundo antiguo, llevando el mensaje de salvación a los gentiles. Pablo se erige como uno de los gigantes del cristianismo de todos los tiempos.

Logros del Apóstol Pablo

Cuando Saulo de Tarso, que más tarde fue rebautizado Pablo, vio a Jesucristo resucitado en el camino de Damasco, Saulo se convirtió al cristianismo. Hizo tres largos viajes misioneros a través del Imperio Romano, plantando iglesias, predicando el evangelio, y dando fuerza y aliento a los primeros cristianos.
De los 27 libros en el Nuevo Testamento, Pablo es acreditado como el autor de 13 de ellos. Aunque estaba orgulloso de su herencia judía, Pablo vio que el evangelio también era para los gentiles. Pablo fue martirizado por su fe en Cristo por los romanos, alrededor del 64 o 65 d.C.

Las Fortalezas del Apóstol Pablo

Pablo tenía una mente brillante, un conocimiento dominante de la filosofía y la religión, y podía debatir con los eruditos más educados de su tiempo. Al mismo tiempo, su clara y comprensible explicación del evangelio hizo de sus cartas a las iglesias primitivas el fundamento de la teología cristiana. La tradición retrata a Pablo como un hombre físicamente pequeño, pero él soportó enormes dificultades físicas en sus viajes misioneros. Su perseverancia ante el peligro y la persecución ha inspirado a innumerables misioneros desde entonces.

Las Debilidades del Apóstol Pablo

Antes de su conversión, Pablo aprobó la lapidación de Esteban (Hechos 7:58), y fue un perseguidor despiadado de la iglesia primitiva.

Lecciones de vida

Dios puede cambiar a cualquiera. Dios le dio a Pablo la fuerza, la sabiduría y la resistencia para llevar a cabo la misión que Jesús le confió a Pablo. Una de las declaraciones más famosas de Paul es: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13), recordándonos que nuestro poder para vivir la vida cristiana viene de Dios, no de nosotros mismos.
Pablo también relató una "espina en la carne" que le impidió engreírse sobre el inestimable privilegio que Dios le había confiado. Al decir: "Cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12:2, NVI), Pablo compartía uno de los secretos más grandes de la fidelidad: la absoluta dependencia de Dios.
Gran parte de la Reforma Protestante se basó en la enseñanza de Pablo de que las personas son salvas por gracia, no por obras: "Porque por gracia habéis sido salvados por la fe, y esto no es de vosotros mismos, sino que es don de Dios" (Efesios 2:8, NVI).

Ciudad natal

Tarsus, en Cilicia, en el actual sur de Turquía.

Referencia al Apóstol Pablo en la Biblia

Hechos 9-28; Romanos, 1 Corintios, 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón, 2 Pedro 3:15.

Ocupación

Fariseo, hacedor de tiendas, evangelista cristiano, misionero, escritor de las Escrituras.

Antecedentes

Tribu - Benjamin
Fiesta - Fariseo
Mentor - Gamaliel, un famoso rabino

Versos clave

Hechos 9:15-16
Pero el Señor dijo a Ananías: "Este hombre es mi instrumento escogido para proclamar mi nombre a los gentiles y a sus reyes y al pueblo de Israel. Le mostraré cuánto debe sufrir por mi nombre". (NIV)
Romanos 5:1
Por lo tanto, como hemos sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (NVI).
Gálatas 6:7-10
No se deje engañar: Dios no puede ser burlado. Un hombre cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su carne, de la carne cosechará la destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará la vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos una cosecha si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, como tenemos oportunidad, hagamos el bien a todas las personas, especialmente a los que pertenecen a la familia de los creyentes. (NIV)
2 Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he mantenido la fe. (NIV)