Bernadette Soubirous

Cuando era una niña de 14 años, Bernadette Soubirous tuvo múltiples visiones de la Santísima Virgen en una gruta en las afueras de Lourdes. Aunque sus visiones eran ampliamente dudosas en ese momento, su humildad, veracidad y modestia animaron a muchos a creer. Pocos años después de sus visiones, se hizo monja y tomó el nombre de Hermana Marie Bernarde. Más tarde fue canonizada por la Iglesia Católica. Lourdes se ha convertido en uno de los lugares más populares de peregrinación religiosa.

Breve biografía de Bernadette Soubirous

Bernadette nació el 7 de enero de 1844 en el seno de una familia cariñosa y devota. En el momento de su nacimiento, su familia era relativamente próspera; sin embargo, debido a una serie de desgracias, su familia estaba sumida en una pobreza extrema. En un momento dado, el padre de Bernadette fue arrestado bajo sospecha de robar leña (una sola tabla de madera); más tarde fue liberado sin cargos, pero el hecho fue indicativo de su pobreza. Debido a la pobreza de la familia, se vieron obligados a vivir en una habitación individual que solía ser una celda en la cárcel.
La celda estaba tan húmeda que se consideraba demasiado "insalubre" incluso para los presos. Sin embargo, a pesar de sus privaciones materiales, se decía que la familia se amaba y se entregaba el uno al otro. Los niños pequeños fueron educados para aceptar su lote sin quejarse. Bernadette misma era generalmente muy querida y mostraba una gran cortesía y amabilidad hacia los demás. Sufría de mala salud (asma agravada por la humedad de la vivienda) y, debido a la pobreza de la familia, perdió la oportunidad de recibir una educación adecuada. Cuando tenía 14 años, todavía estaba estudiando el catecismo básico con niños de 7 años. Por lo tanto, ignoraba intelectualmente conceptos como la Inmaculada Concepción, que pronto tendría un gran impacto en su vida.

Primera Visión de la Virgen María

El 11 de febrero de 1858, Bernadette tuvo su primera visión de'una bella dama'. Durante una misión de recogida de leña, Bernadette se tropezó con una gruta que en ese momento estaba llena de basura arrastrada por el río. Cuando sus amigos fueron a buscar leña, la dejaron en la gruta. En sus propias palabras describe la visión que vio:

Fuente 1

Bernadette describe cómo al principio se sintió desconcertada, pero después de un tiempo, se sintió abrumada por una gran paz. Al regresar a casa, se lo dijo a regañadientes a sus compañeros, y ellos procedieron a decírselo a sus padres. Como resultado, su madre le prohibió regresar. Por lo general, Bernadette era muy obediente a los deseos de sus padres, pero en este caso, Bernadette se sintió obligada por dentro a regresar. Después de la misa del domingo, encontró el camino de regreso a la gruta donde una vez más experimentó una visión de la "Dama de Blanco".
El jueves 18 de febrero, volvió por tercera vez. Esta vez la acompañaron unos cuantos adultos que le aconsejaron que tomara un bolígrafo y un papel. Esta fue la primera vez que la señora habló con ella. La señora dijo que no era necesario escribir nada, pero que si podía hacerle el favor de venir aquí durante los próximos quince días. Fue también en la tercera visita que la señora le dijo a Bernadette: Durante los siguientes quince días, las visiones de Bernadette crearon un notable interés y especulación en el pueblo de Lourdes. Muchos miles de personas comenzaron a acompañarla a la gruta. Varios testigos comentaron cómo sintieron una atmósfera reverencial durante las visiones de Bernadette; pudieron ver en su rostro una profunda absorción - una conciencia de otro mundo. P. Desirat, Lourdes, 1 de marzo de 1858.

Crítica e incredulidad a Bernadette

Sin embargo, aunque algunos creían que estaban presenciando un suceso milagroso, otros en el pueblo eran críticos y sospechosos. Los ancianos de la ciudad y la policía trajeron a Bernadette varias veces para interrogarla; incluso tuvo que someterse a pruebas médicas para probar que no era apta para un asilo mental. A Bernadette se le hizo una gran presión para que no volviera a la gruta.
Sin embargo, durante el contrainterrogatorio, mantuvo una inocencia infantil y también una fe implacable en la veracidad de las experiencias que había presenciado. A pesar de los frecuentes e intensos exámenes, no pudieron encontrar fallas en sus cuentos. Ella no buscó exagerar ni sacar provecho material de sus experiencias.

Bernadette y la primavera de Lourdes

En la novena aparición, la Señora le pidió a Bernadette que bebiera de las primavera. Sin embargo, Bernadette no podía ver ningún manantial (no había ninguno en ese momento), por lo que comenzó a cavar con sus propias manos en un terreno embarrado y bebió unas cuantas gotas de agua embarrada; la señora también le pidió que comiera algunas hierbas sueltas.
A los espectadores les pareció un acto repugnante (la cara de Bernardita estaba cubierta de barro hasta que sus parientes la limpiaron con un pañuelo) Muchos regresaron consternados, proclamando que era un fraude después de todo. Sin embargo, en los días siguientes, el agua comenzó a fluir desde el manantial donde Bernadette había estado cavando. De esta agua brotó un manantial en el que la gente comenzó a tener experiencias milagrosas de curación, y este sigue siendo uno de los grandes atractivos de Lourdes hasta el día de hoy.

Padre Dominique Peyramale

Después de este incidente, las entrevistas y los interrogatorios se intensificaron. La Señora también le pidió a Bernadette que fuera a su párroco para solicitar la construcción de una capilla en el lugar de la Gruta. Al principio, su propio párroco la saludó con gran escepticismo e incluso hostilidad. Le resultaba muy difícil hablar con el Padre Dominique Peyramale (el Padre Peyramale cedería más tarde y, de hecho, se convirtió en uno de sus más fieles seguidores, sintiendo que Bernadette era una santa de carácter único). Sin embargo, el Padre Peyramale pidió que su señora revelara su nombre. En varias ocasiones, la señora angelical sólo sonrió cuando Bernadette le preguntó su nombre. Pero el 25 de marzo la Señora le dijo a Bernadette: "Que soy era Immaculada Councepciou."
"Yo soy la Inmaculada Concepción" En aquel momento, Bernardita no se dio cuenta del significado de estas palabras. (La doctrina sobre la Inmaculada concepción de la Madre María había sido aprobada recientemente por el Vaticano). Pero ella repitió las palabras en su interior para no olvidarlas antes de decirlas a su asombrado sacerdote.

En las apariciones de Bernadette

Dos apariciones más iban a seguir a este anuncio de la señora. En las apariciones de Bernadette, la gente notó cómo Bernadette parecía caer en éxtasis. Un testigo de estas apariciones fue el Dr. Dozous:
El viernes 16 de julio, Bernadette hizo una última peregrinación a la Señora. Bajo las instrucciones del obispo y de las autoridades locales no pudo entrar en la gruta, pero incluso desde el otro lado del río, sintió que la señora estaba tan cerca de ella como en la cueva. En silencio se despidieron; durante las apariciones de la Santísima Virgen, la Virgen María hizo varias revelaciones a Bernardita. Le pidió a Bernadette que hiciera penitencia y orara por los pecadores. También le dijo un secreto que no debía revelar a nadie y nunca lo hizo.

Bernadette y la Virgen María

Bernadette describió a Nuestra Señora como muy joven y muy hermosa. En sus propias palabras: Más tarde, muchos trataron de reproducir a la Señora a través del arte, las estatuas y las pinturas. Sin embargo, Bernadette nunca estuvo satisfecha con el resultado. Ella estaba particularmente decepcionada con la estatua creada para la gruta; Bernadette notó muchas diferencias. Pero también era como si la belleza de sus visiones nunca pudiera ser capturada a través de las imágenes del mundo.

La vida después de las apariciones

Bernadette nunca buscó publicidad o nombre y fama, de muchas maneras deseaba vivir una vida tranquila; después de las apariciones, se sintió cada vez más atraída a vivir una vida religiosa de clausura. Los milagros de Lourdes se habían convertido en un evento nacional significativo, atrayendo la atención de muchas personas de todo el país. Durante un par de años, tuvo que conocer pacientemente a muchos bienquerientes, escépticos, incrédulos y curiosos que deseaban escuchar directamente a la propia"Vidente de Lourdes". Muchos reportaron que Bernadette siempre fue muy paciente, amable y tolerante con los muchos visitantes no invitados. Incluso los escépticos quedaron impresionados con su evidente sinceridad, humildad y sencillez; se dice que al contar sus recuerdos de ver a la Virgen María, sus ojos se iluminarían dando una poderosa credibilidad a sus reminiscencias.
Aunque conoció pacientemente a los visitantes, Bernadette se sintió cada vez más atraída por la idea de entrar en un convento del Carmelo, pero su débil salud hizo que las exigentes rutinas del convento de las Carmelitas no fueran adecuadas. Al final, se decidió a entrar en el convento de Nevers.

Hermana Marie Bernard

Durante los siguientes 13 años, Bernadette (ahora llamada Sor Marie Bernarde) vivió la vida sencilla de una monja, evitando la fama y la atención que habría acompañado cualquier vida mundana. Durante su tiempo como monja, frecuentemente sufría de mala salud. En una ocasión dijo irónicamente que su única función era "sufrir". Sin embargo, su humildad, obediencia y actitud alegre la adhirió a las otras hermanas. En particular, las novicias jóvenes a menudo se inspiraron mucho al pasar tiempo con Marie Bernard (el nombre monástico de Bernadette).
A lo largo de su vida, muchas notaron cómo Bernadette hizo la señal de la cruz con gran devoción y sinceridad. En la oración, su rostro destacaba a menudo, resplandeciente de un fervor interior. Aunque, Bernadette se refería a sí misma como la"estúpida" y se sentía indigna de las muchas gracias que había recibido, para otros su espiritualidad y santidad eran más que evidentes. A pesar de sufrir tremendamente, nunca se quejó, sino que continuó ofreciendo, según sus propias palabras, sus "oraciones débiles".

Una entrevista con Bernadette

Al llegar al convento, todas las hermanas fueron invitadas a la capilla donde se le pidió a Bernadette que contara sus visiones para beneficio de las hermanas. Después de este tiempo, la Madre Superiora pidió que el asunto no se volviera a tratar. Bernadette estaba muy contenta de aceptar este mandato, ya que ella misma deseaba dejar de repetir sus historias. Sin embargo, muchos clérigos de alto rango y otros dignatarios vinieron al convento con la esperanza de hablar con la joven vidente.
En la mayoría de las ocasiones, el convento autorizó a los sacerdotes mayores a tener una entrevista con Bernadette. Bernadette, con problemas de salud, encontró estas entrevistas repetidas bastante agotadoras y en ocasiones trató de escapar. Sin embargo, aunque se sentía agotada de dar tantas entrevistas, Bernadette siempre respondía a las preguntas con buena gracia y humildad. En estas entrevistas, mostró una paciencia y modestia notables, aunque tuvo que repetir con frecuencia las mismas respuestas. También se le pedía con frecuencia que revelara los "secretos de la dama", cosa que, por supuesto, nunca hizo.

Muerte de Bernadette Soubirous

Antes de su muerte, Bernadette parecía sufrir de varias dolencias y aflicciones. Durante varios meses no había podido participar activamente en el estilo de vida del convento. Durante largos períodos estuvo confinada en su cama. Cuando se le preguntó por qué no fue a Lourdes para curarse, respondió: "No es para mí", y la
Hermana Nathalie Portat estuvo presente en el último día de la vida de Bernadette. Comentó que por la tarde la paciente parecía torturada por una inefable agonía interior y pidió a los vecinos que rezaran por su alma. Unos momentos después, Bernadette hizo una gran señal de la cruz, bebió unas gotas de agua y dejó su cuerpo mortal.

Santa Bernadette Soubirous

Después de los acontecimientos de las apariciones, se fundó una investigación papal. Después de una larga deliberación y un cuidadoso examen de las pruebas, se declaró que las visiones de la Virgen María realmente ocurrieron en la Gruta de Lourdes.
Recibió la beatificación en 1925 y la canonización en 1933 bajo el Papa Pío XI, no tanto por el contenido de sus visiones, sino por la sencillez y santidad de su vida. Santa Bernardita es la patrona de los enfermos, de la familia y de la pobreza. 30 años después de su muerte, el cuerpo de Bernadette fue exhumado y encontrado intacto. Desde 1925, el cuerpo de Bernardita se conserva en un santuario de la capilla del convento de San Gildardo de Nevers. Espace St. Gildard Convent en Nevers, Francia[link]

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Referencias
1] Bernadette habla por René Laurentin
2] Una vida santa, por Patricia A. McEachern p; 201
Películas sobre Bernadette Soubirous
Imágenes

• Fondo de la imagen: Hermana Marie Bernarde - cuerpo corrompido, después de la exhumación. Su cuerpo aún se encuentra en un ataúd de cristal en el convento de Nevers.
• Imagen en segundo lugar a la parte inferior.
• Imagen de Bernadette y Primavera de Lourdes, de la Gruta de Lourdes con la estatua que Bernadette nunca cuidó.

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